El Sale and Leaseback crece en tiempos de COVID-19

Como ya hemos mencionado en anteriores posts, el sale & leaseback es el tipo de operaciónque permite la venta de un activo inmobiliario por parte de un propietario que, sin embargo, permanece en el inmueble pagando un arrendamiento. Este modelo de sale & leaseback crece en tiempos de COVID19, principalmente por la liquidez que da a los vendedores y la rentabilidad para los compradores.

Varias firmas han recurrido a este tipo de transacciones con activos de todo tipo: hoteles, supermercados o bancos.

De enero a septiembre de este 2020, las operaciones de sale & leaseback  baten el récord de participación en inversión ‘retail’ en Europa con un 11,1% del volumen total, según Savills Aguirre Newman. La cifra total asciende a en torno a los 1.700 millones de euros. Pero ahora esta tendencia crecerá todavía más. El interés para la parte vendedora radica en la posibilidad de liberar y capitalizar el valor de los activos inmobiliarios con contratos de arrendamiento a largo plazo. Así, invierten en planes de expansión aprovechando la menor competencia del retail.

Al principio, este tipo de operaciones eran realizadas exclusivamente por grandes compañías. Ahora es cada vez más habitual que empresas más pequeñas de sectores también más pequeños. Especialmente en los segmentos industriales y de oficinas.

Sale & Leaseback – Grandes compañías han comenzado con la estrategia

Compañías como El Corte Inglés ya han usado esta fórmula para desprenderse de activos. Sin tener que buscar otras ubicaciones. En 2018, vendió dos de los centros que tiene en Madrid a la multinacional inmobiliaria Unibail-Rodamco por unos 160 millones de euros. Y permanece en dichos inmuebles actualmente como inquilino.

Entre las operaciones que se han formalizado durante el estado de alarma, destaca la venta de la cartera de supermercados de la cadena valenciana Family Cash que se firmó precisamente a finales de marzo. La marca vendió siete hipermercados situados en la Comunitat Valenciana y Murcia por 33 millones de euros. De esta manera, la firma conseguía financiar su expansión.

En marzo, la cadena de supermercados Mercadona puso a la venta esta cartera de activos fruto de las inversiones realizadas en adquisición de terrenos y locales durante los últimos años. Ahora la cadena quiere «cambiar ladrillo por euros» . Con esos recuersos, quiere acelerar la brutal transformación de modelo de tienda en la que está inmersa Mercadona.